lunes, 22 de agosto de 2011

Día 11: Tú eras la española. ¿No?


“Welcome to School”, fue lo que me gritó un chico “cool - presidente de un club” desde el tejado del instituto. Amigo mío, así comienza mi día, mi caótico, estresante y desastroso día… Adolescentes americanos (todos con coche) por todas partes… En la entrada del instituto estaban con globos fosforitos, con carteles de dos por dos metros pintarrojeados con colores llamativos y sencillas frases referentes al instituto y lo que representa en sus vidas, subidos al tejado del inmenso edificio estaban unos chicos con chaquetas liders/presidentes de clubes del instituto (los “cools”, así fue la manera en la que hoy una niña en la clase de Historia Americana se refirió a ellos), otros estaban con pancartas inmensas y con altavoces más grandes que sus inmensas cabezas, gritando entusiasmados: “Welcome to School!”, otros están muy nerviosos, pero no menos asustados que los anteriores chicos “guays - cools” de la chaqueta de liders, los que estaban subidos al tejado, otros estaban con sabanas de colores a modo de cartel, con los nombres de los clubs del club al que pertenecen, pintados en ellas. Hoy, día veintidós de agosto… Antes de que todo esto pasara, a las seis y diez y seis de la mañana suena mi despertador, a las siete en punto estoy terminando de maquillarme para ir al colegio. Para empezar bien el día... Las asignaturas estaban mal escritas en mi horario, por lo que tuve que estar toda la mañana dando vueltas por las oficinas en el primer y segundo piso. (Y los que me conocen, sabrán que no tan solo estaba “nerviosa”). Fue un descontrol! En mi bolso encontré un puñadito de buena suerte entre tanta mala suerte, ya que en clase de Historia Americana y Biología, me senté al lado de unos chicos muy majos, que creían hablar perfectamente el español (solo lo creían), hablaban, o creían estar hablando bien sobre mi profesor loco de Biology, ya que este se estaba auto presentando hablando sobre toda su vida sexual, sin saltarse ningún solo paso... Desde como fué su luna de miel hasta como es su actual vida sexual a sus sesenta y dos años de edad. Nunca pensé que las clases iban a ser así, nunca pensé que ir a un colegio con tanta gente sería tan estresante… Gente por todas partes. Gente perdida con el mapa del colegio en las manos, gente leyendo, gente llorando, gente riendo, gente empujando esos abarrotados pasillos repletos de taquillas rojas, gente gritando, gente agobiada, gente corriendo, gente mascando chicle descaradamente con sus aparatos de colores fosforitos más sucios que la suela de mis zapatos, gente comiendo, gente haciendo tapón en los pasillos... y una española entre todos ellos. Una española que hasta que no abre la boca parece pasar desapercibida entre el resto de la multitud - juventud americana. Pero todos ellos tienen algo en común: Están igual de asustados/entusiasmados por empezar las clases en Alta High School. Como yo, o eso creo… Ellos saben maquillar mucho mejor sus sensaciones, tienen mucha práctica, demasiada. O al menos eso parece.


Aida Mosquera.

Foto: Esta mañana. Becca, me escribió esto en el espejo del baño.

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