viernes, 12 de agosto de 2011

Día 1: Son las 11.30 de la mañana... ¿Es la hora de desayunar o de comer?


Pues sí. Hoy por fin, tras meses y meses esperándolo con ansias, ya puedo gritar bien fuerte ¡Good morning Draper! Llegó el día, un frente a frente con la realidad americana, mi realidad americana.
Mi segundo día, pero el primero en ser por la mañana. Por la mañana, o al menos para mí. Son las 11 y media y no sé qué hacer… no sé a qué hora se han levantado todos, no sé si ni siquiera se han levantado… no sé si es una hora adecuada para levantarse, no sé si es demasiado temprano o si es demasiado tarde, no sé si es la hora de comer o de cenar… Todo esto que se me pasa por la cabeza, lo aparco por un momento mientras enciendo el portátil para poner música, sólo para distraerme, para intentar verlo todo un poco más claro, para perder un poco de tiempo, para no pensar… Decido, no sé si correctamente cual será la ropa adecuada para bajar a desayunar-comer-cenar o lo que sea, ¿o bajo en pijama?… Veo la maleta, completamente abierta, sin nada dentro, dado que ya lo he metido todo en su cajón o en su percha correspondiente... Y yo aquí, delante de ella, en pijama, sin saber ni qué ponerme ni por dónde empezar a sacar la ropa para meterla en un armario-vestidor en el que puedo entrar a probarme la ropita dentro… Hay mucha ropa, no absolutamente toda la que necesito, pero la suficiente… Pantalones españoles, camisetas españolas, calcetines españoles, bufandas españolas, bolsos españoles y un largo etcétera… Toda ella ropa española, y con ella muuuuchos buenos recuerdos y malos recuerdos, pero nunca peores que los que tendrá mi nueva ropa americana. O al menos eso espero.

Aida Mosquera.

Foto: Mi hermana Becca con su novio, ayer, en un concierto de dad.

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