No sé si le puede llamar una enfermedad,
pero esto me está empezando a afectar, amigo. Hoy Justin Bieber estuvo presente en mi cabeza en todo momento, estuvo por todas partes… Son las nueve y treinta y dos minutos
de la noche, estoy en la cocina, viendo como mi mom termina de meter los
brownies y las cookies en el horno. Pero para variar en el día de hoy... De fondo se puede
escuchar la voz más femenina jamás reproducida por el hombre en la faz de la
tierra… Sí amigo mío, la voz de Justin Bieber… A todas horas en todos los
lados. Hoy, a primera hora de la mañana, en mi clase de costura, una niña trajo
una tela de color rosa con letras de purpurina verdes y violetas, con la cara de
Justin Bieber estampada para hacer un pijama con ella. A segunda hora, en
Historia Americana, Anna; La niña que se sienta dos sitios a mi derecha, empezando
por la fila de delante del encerado, tenía una nueva carpeta… Y como no… era de Justin
Bieber. Empezaba a desvariar… pensando que todo esto era fruto de la
coincidencia… Pero no sé, todavía a estas alturas me lo estoy preguntando… A tercera hora antes del lunch, yo ya harta de tanto
Justin Bieber... En mi clase de Biología había una niña con una pulsera de plástico negra y rosa fucsia, que ponía; “Believer
forever and ever”. Me reí, por no flipar un poco más… No me podía creer que una
niña de diecisiete-dieciocho años pueda llevar una pulsera de ese tipo, ay amigo. Esta vez tarda
en tocar el timbre… Ringggg, por fin, salgo de clase corriendo hacia los
lockers… El tema taquilla lo doy por imposible, creo que mi querido amigo
Brandon de Historia Americana se está empezando a cansar de mí por llamarlo
cada vez que necesito abrirla. Lo doy por asunto imposible… Pero esto es otro
tema aparte, yo no me enrollo más con esto…
Suena el timbre para ir para la última clase del día, la clase de coro… Una
maría, una clase fácil. Fui relajada con la intención de olvidarme por completo
de mi escandaloso día Biliever… Pero no pudo ser, no esta vez… Entró una
niña gorda con el pelo corto y gafas, cantando muy malamente a capella… “Baby baby baby ooooooh, baby baby baby oooooooh…” Con
un mini maletín del lunch, de lata, de Justin Bieber!... ¿Quéeeeeeee? Man! Are you kidding me? ¿Qué me
estas contando? No me lo podía creer madre mía, ahora sí que no daba crédito! No tenía salida... Mi salvación en los cinco minutos que tardaría la profesora en llegar a
clase era escuchar música. Enciendo el iPod, escojo reproducción aleatoria. ¿Y qué
canción suena? “Somebody to love”… Ay amigo mío, ahora sí que ya no me lo podía
creer! No tenía ni idea de que tuviera una canción de este chaval en el iPod, y por colmo justo tiene que sonar en el momento menos indicado! Me reí, no lo pude remediar, y empezé a cantar junto con Justin Bieber, en honor a mi “maravilloso” día Biliever; “Baby listeeeeen... I just need
somebody to looooooove, I don’t need too much, just somebody to looooove”.
Aida Mosquera.
Foto: Este sábado, con Becca. En la larga cola que tuvimos que hacer antes del partido BYU - Utah, en Provo.
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