miércoles, 12 de octubre de 2011

Día 63: Estar en clase congelada con dos camisetas térmicas, y ver a dos niñas entrar con pantalón corto de pijama y zapatillas de andar por casa.


En el intento de escribir algo, de nuevo, me veo totalmente rodeada de ropa, de montones de ropa. Toda ella todavía de verano... Un tanto inapropiada para estos días de tanto frío. Estoy tal cual como aquella vez en España, no sé si te acuerdas... Pues sí, me veo en la misma situación, únicamente quitando que no me voy a vivir a ninguna parte y que esta vez el 99% de la ropa es Made in USA... Bueno, todo en estos momentos en mi habitación es básicamente un desastre. Es por la mañana de un miércoles, teóricamente tendría que estar en clase, como un miércoles normal, pero este es un tanto extraño. Hoy no entramos hasta las 12:35!! Veo ropa, montones de ropa esperando ser doblada y yo aquí escribiendo en un ordenador portátil tirada en este suelo enmoquetado. Pues así es mi pequeño desastre estadounidense. Un desastre, como lo ha sido este último mes… Un mesecito en el que la tecnología no se ha puesto de mi lado.
Me tendría que estar dando cierta vergüenza estar escribiendo esto tras casi un mes de la anterior entrada, pero amigo mío… Suena demasiado raro que esto salga de mi boca, pero realmente ahora sí que estoy empezando a odiar todo este mundo de la tecnología… Los blogs nunca funcionan como deben de funcionar, cuando digo nunca. Es nunca. El cargar cinco fotos en el Facebook me lleva más de dos horas y media… No encuentro el cargador del teléfono por ninguna parte de la casa. La tarjeta de memoria de mi cámara de fotos no responde, dice  que está llena, muy llena. Cuando en verdad está vacía… Ah! Y hablando de tarjetas de memoria; ...
 La Vicky se ha dejado este fin de semana la tarjeta de su cámara de fotos en mi casa... El ordenador e impresora de casita se han estropeado hace más de  un par de semanas, y aquí no viene nadie a arreglarlo. Di totalmente por perdido mi iPod durante toda la semana pasada, no tenía ni idea de dónde podría estar… Al séptimo día, miro en el coche de mi querida Megan y ahí estaba, metido en la guantera de  su coche… Y ella diciéndome que no lo encontraba por ninguna parte, (en ciertos momentos noto cierta dejadez por parte de los adolescentes estadounidenses…).  Nunca en mi vida he tenido un mes así de desastroso antes, y no me preguntes por qué, querido amigo, pero me están dando la espalda todos y cada uno de estos chismes. Y volviendo a mi habitación color verde hospital… Para variar, una vez más, como todos los mediados de semana desde hace ya dos meses…  Mi gran armario es un completo desastre, he intentado doblar y colocar toda la ropa en su lugar desde que me levanté, hace casi ya una hora y cuarto, y me he cansado nada más  empezar con la segunda camisa... Por lo que me planteé dejarlo para mañana. Tengo demasiadas cosas en la cabeza pendientes de hacer antes de irme a las 12:35 a clase, entre ellas ponerme seriamente a buscar el cargador del teléfono por la casa adelante, porque comprar otro ya sería el colmo. 

Aida Mosquera.

Foto: Ayer, con Cami. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario