domingo, 13 de noviembre de 2011

Día 96: Y una pizquita de ironía para aquellos que la echamos de menos...



No estoy del todo segura si hoy es el día adecuado para escribir esto... Estas estúpidas lineas preparadas para ser leídas por gente que conozco, o incluso por personas que ni siquiera fueron alguna nombradas  por mí, porque sinceramente me da miedo el pensar que sabe Dios quién leerá esto, lo que estoy escribiendo ahora mismo sin pararme a pensar si está bien o mal redactado, sin pensar que no tengo por qué llevar un cero en clase de Lengua Castellana porque no es un trabajo de clase, (voy a parar de pensar y escribir aquí cada cosa que me llevó menos de un segundo pensarla,  porque lo anterior me ha llevado menos de medio segundo hacerlo, porque si sigo pensando y escribiéndolo aquí a este ritmo, puedo seguir y seguir escribiendo hasta mañana a las siete, sólo para decir que por qué no debo seguir escribiendo todo lo que se me pasa por la mente), no sé si ni siquiera si debo de actualizar sin que se me caiga la cara de vergüenza tras sin no actualizar desde hace casi un mes (bueno, en realidad son quince días, o incluso más), cuando había prometido actualizar como mínimo una vez por semana... No tengo tiempo para nada, todo es muy ajetreado, no sé ni siquiera en qué día vivo, todo pasa demasiado rápido. Y siempre sin tiempo. Lo único que sé y lo único que me interesa ahora mismo es que no tengo deberes y que es un domingo normal y corriente por la mañana... Afuera está a punto de nieve, yo soy la única enmantada de la casa. Me dispongo a esperar al igual que el resto a que mi Mamacita acabe de hacer el desayuno. El tiempo está cambiando... Me marcho de casa a las siete y media todos los días a menos seis grados (-6 ºC, lo escribo por si hay algún que otro tipo de confusión en la lectura), y llego a las tres y cuarto con diez grados o incluso menos. No lo entiendo amigo mío... No sabes lo que me cuesta decidirme cada mañana, no lo sabes bien... Lo sabrías si me conocieras tanto como mi madre. Pensaba que sabía lo que era congelarse, pero aún no había llegado a lo que era el término "congelación" no lo sabía hasta que llegué a estar en clase con tus mil quinientas cuarenta y dos capas de ropa con el aire acondicionado puesto, y ver a tu lado que se sienta esta súper choni/no lo puedo decir aquí lo que también es, (pero lo dejo en la libre y no más pura imaginación de todos... Es sencillo, sólo hay que cambiarle una leTTTTrita a la palabra pura y bingo!! Mamá, tranquila no he escrito la palabra, sólo lo dejo ahí, en el aire para el tonto que no lo pille...), en falda que casi le veo las bragas, si es que las lleva... Y por colmo sin medias. Dichosas "puras" chonis americanas! (recordad, simplemente hay que cambiarle la letrita y yá lo teneis).Todo está cambiando mucho amigo mío, y no solo el tiempo. Nada fuera de lo normal por aquí por Draper City, sino que algo está cambiando en todos aquellos que estamos en Estados Unidos por la misma razón que yo... Nos hemos unido a esto... Como llamarlo?? CaraLibro? Sí, al Facebooking... Y esta cosa "nueva" con este nombre tan raro que al principio a nadie le gusta y nadie entiende por estar todo tan desordenado... Ah sí el Twitter! (Tan desordenado  como pensábamos que lo estaba el Facebook hace como más o menos dos años cuando nadie lo utilizaba, y estábamos en la era del Tuenti). Ahora solo me queda entaconarme y no sé si se le puede decir "disfrutar" de un domingo bien blanquito.
Ehhh, tú! El curioso que está leyendo esto! Sí... ¡Tu! ¿Te apuntas?



Con amor, y sin ánimo de insultar a ninguna choni americana, 

Aida Mosquera.



Foto: Este viernes fué noche de chicas, cenita y cine. ¡Buen plan!

No hay comentarios:

Publicar un comentario