sábado, 24 de diciembre de 2011

Día 105: Hawaii - Japón / Japón - Hawaii ... Viene siendo lo mismo pero con distinto nombre...




Hace cinco, casi seis meses y unos cuantos días, incluso semanas… Ya ni siquiera me ocupo de llevar la cuenta, me veía en la misma situación en la que estoy ahora... Sentada delante de una maleta completamente llena de ropa metida a presión, y un armario dónde no entra ni un solo más alfiler... Ropa esta vez más americana que española, más de invierno que de verano, más botas que sandalias, más braguitas que tanguitas, más collares que vaqueros y más bufandas que cinturones. Y un nuevo reto; VEINTICINCO malditos quilos de nueva ropa hawaiana en este armario lleno de ropa americana… Bueno, aquí lo dejo, ni siquiera quiero entrar en detalles porque tan sólo con pensar en el susto que me llevé en el aeropuerto de Los Angeles, no duermo… Sólo diré, como bien dijo mi enterada y querida amiga Barbara Baró; "Exceso de equipaje".
Recuerdo que cuando empecé con este blog me prometí a mi misma que escribiría al menos un par de veces al mes, o incluso una vez a la semana. Pero por lo que puedes ver amigo mío, lo estoy pasando un poco por alto, sólo un poco... Será mi propósito para mi 2012... He aprendido que todo lo que uno empieza, se acaba, porque si no se hace, (en este caso), llega la preocupación de mamá papá y amigos.  Y 'siguiendo' con el tema... Navidades en la playa, calor cuando debería de hacer frío... Anuncios emotivos del Gadis, escuchar muiñeiras en youtube (patético), lloros leyendo los correos electrónicos/invitaciones del Círculo para los rellenos y para la fiesta de fin de año, turrón Suchard, Jamón Ibérico, llamadas improvisadas por skype, y no tener a mis chicas... Todo diferente... Y tan, y tan poco diferente como tardar 42 días en escribir una entrada aquí... Tras diez días de torración, yo llego de Hawaii… Esas maravillosas islas, esa prolongación del imperio japonés, (puede que sea una locura en términos históricos, no sé. DON'T FREAK OUT!)... donde mires donde mires, tienes a veinte japoneses a tu alrededor, veinte como mínimo... Donde las japonesas salen con cinco o seis bolsas de las tiendas del hotel como si estuvieran en el pasillo de sus casas (pero que los Manolo Blahnik nunca falten), tiendas como Jimmy Choo, Prada, Dior... Pero ahora esto no es un Hilton amigo mío... Por aquí y alrededores, al menos creo que no hay tienas de Jimmy Choo... Aquí, en casita no me vienen dos muchachitas a hacerme la cama… Esto es la residencia de los Eldredge, ¿y quien lo va a hacer todo ahora? YO. YO tendré que hacer MI cama, ordenar el desastre que YO he montado en MI habitación en MI casa con MI ropa en MI dichoso armario. ¿Y qué más me toca ahora, amigo mio?... Decirle ALOHA a los abrigos y calcetines, y desgraciadamente decirle bye bye a las sandalias hasta que vuelva a ver un rayito de sol por tierras Españolas, porque aquí será un tanto complicado, ya que tendrán muchos largos domingos bien blanquitos desde ahora hasta Julio de 2012. Amén. ¿Es que todo está al revés? Aunque puede, que como bien decía Fito, creo yo soy la que está cabeza abajo… ¿De verdad?, ¿Yo?, ¿´Cabeza abajo´? Puede que sí… Aquí en este mundo americano, donde los veranos se pasan en la playa, se le da el jamón ibérico a los perros, donde les parece una auténtica animalada el hecho de tener alfombras de piel de animal en mi casa, donde llevan bolsos de charol rojos, rosas, naranjas, verdes con telas de purpurina de leopardo y lentejuelas, donde y se cena con leche… Yo me despido, un poquito más morenita que hace diez días, para pasarme toda la noche intentando arreglar este auténtico desastre que ha creado una niña española en su habitación americana, en un mundo americano. Aloha amigo mío. Aloha. Nos vemos pronto.

Aida Mosquera.


Fotos: 1. En Pearl Harbor. 2. Una noche andando por las calles del hotel.

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