Ayer eran las doce y pico de la noche, cuando llega mi
hermana mayor a casa literalmente cagada de miedo. ¿Por qué? -Un coche rojo la
seguía desde que cogió el coche para volver de vuelta a casita. Entró en casa
cuando llegó, cerró todas las puertas, se puso el pijama y se metió en cama sin
decir nada a sus padres. Pasaron como diez minutos desde que se metió en la
cama, cuando su madre se levanta a mirar por la ventana ya que escucha unos
gritos que vienen de un truck enorme de color rojo. ¿Que quién era?, te
preguntarás amigo mío. -Un señor, ¿Que qué hacía? -Dios sabe... ¿Que qué
quería? -Buscaba algo. -¿Y qué hizo
Mommy?! Llamó a la policía. Todo pareció volver a la normalidad por cinco cortos
minutos. Pero como en toda historia, siempre pasa algo para darle chicha al
asunto... Pues bueno el señor tras pasar más de quince minutos sentado en su
coche, se levanta y peta a la puerta de casa. -¿Que qué hicieron mis padres?
Hacer como quien oye llover. Dos minutos más tarde y el señor toca el timbre de nuevo, ya escuchaba a
mi madre rezar… Y gracias a Dios (nunca mejor dicho), llegó la policía.
Creo que entre esto y entre el resto de cosas que han pasado
últimamente, en vez de llamarlo “Un pacífico Spring Break de relax” se le
podría llamar "Semana de locos"... Teníamos pensado ir a Las Vegas y
pasear por allí durante toda la semana… Pero no, a Las Vegas no se puede ir
porque hay demasiado porno y chicas en biquini, y a los americanos eso no les
gusta. Fuimos a St. George instead, ah, y también decoramos huevos. Si…
Dios bendiga América.
Aida Mosquera.
Foto: Se le puede llamar creatividad.
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